Nadie dijo que fuera fácil
mirar atrás y decir de nuevo adiós.
Mientras, miro al suelo y vuelvo a ver las ruedas girar,
y siento mi respiración acelerada,
por miedo, por supervivencia.
Nadie me dijo que fueras a ser tú
El que invadió mi alma
El que clavó su mirada en mí
y me llenó el espíritu de inspiración.
El que me quiso y me odió,
el que me olvidó en la indiferencia.
Como una ráfaga de viento
que abre una ventana cerrada.
Como una ola inesperada
que te sorprende al recobrar el aliento perdido.
Sacudiste mi vida, me robaste las emociones.
Entraron en mi casa, jugaron con mi esencia,
admiraron mis pequeños tesoros, y
cuando ya todo se supo,
¿qué quedaba por descubrir?
No tenía nada nuevo que ofrecer.
Cuando la luz del sol te ciegue los ojos
cuando el agua del mar cubra tu piel de sal
y la hierba bajo tus pies te haga sonreír
Mi recuerdo volverá a ti,
y sabrás que siempre estuve a un metro de ti.
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