"Cuando la vida te dé 100 razones para llorar, enséñale a la vida que tú tienes 1000 razones para reír".
Haz una lista de tu puño y letra con aquellas cosas que te hacen sonreír, por muy tontas y simples que parezcan. Pon atención a tu día a día y ve ampliando la lista. ¡Pruébalo y verás los resultados!
Ejemplo: "Me encanta ver cómo corren y juegan los perros, especialmente cuando recogen las orejas poniendo cara de velocidad, y meten el culo para que no les pillen".
—————