El momento mágico

19.07.2014 16:11

La semana pasada quería escribir sobre el “momento mágico”. Nunca le había dado tanta importancia al instante mágico que se vive cuando encuentras a la otra persona, hasta que los años me han enseñado lo difícil que es volver a vivirlo.

Es un tic. Una mirada profunda, sonriente y especial. En ese momento eres tú y te da igual si eso es bueno o malo. Simplemente eres tú y sabes que a la otra persona le gustas tal y como te ve. En ese primer instante sabes que es él. No hay duda, ni siquiera piensas que puede llegar a ser él. Es él a ciencia cierta. Te encantaría contarle muchas cosas sobre ti pero no sientes prisa porque sabes que ahí estará contigo. Y las palabras, las emociones y los recuerdos irán surgiendo y se irán compartiendo poco a poco, sin prisa, disfrutando de todos esos momentos mágicos que están por llegar.

Cuando eso ocurre la magia ha ocurrido. Se ha creado una conexión entre dos almas y se percibe claramente a través de la mirada.

El otro día pensaba sobre si volvería a conocer a alguien que me interesara y de si me daría cuenta de ello. Estaba algo preocupada por no saber si sería capaz de reconocerla una vez llegado el momento. De pronto recordé el momento mágico. Recordé que cuando sucedía era precioso y mutuo. Lo que vendría a continuación sería inevitable. Una historia escrita pero esperando a ser leída.

Compartir un refresco, un dulce, un helado, cualquier capricho… mientras nuestros ojos se clavan y sonríen por haberse encontrado. Es como cuando en un parque se reúnen varias personas con sus mascotas, las sueltan y corren unos detrás de otros contentos de volverse a ver.

Así son nuestras almas. Se comunican a través de nuestros ojos y cuando se reconocen, no pueden evitar sonreírse. Una conversación íntima sin palabras. Y lo que sucederá, sucederá inevitablemente, porque por fin se han encontrado y la magia ha ocurrido.
 

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